VIA DE LA PLATA
Los grupos de personas en el Camino, en este caso La Vía, son inestables, algunos no, pero sí en general. Aumentan, se reducen, aparecen, desaparecen..., los albergues son los puntos de encuentro mayoritariamente, caminando.., salvo excepciones, nos gusta caminar solos o poco acompañados en número, porque solos salimos, queremos ser fieles a quien nos puso en el camino, o sea a uno mismo.
Del grupo de Casar de Cáceres había caido la alemana con quien yo había dormido también en El Carrascalejo junto al belga Jean Pierre, porque en Cañaveral tomó un tren para Madrid y volvió a casa. Un alemán se quedó en Casar por enfermedad, ahora en Grimaldo, se quedan Lucas el gaditano y el húngaro (estos formaron una pareja bastante estable) y continuaron juntos bastantes etapas, pero se quedaban un día en Grimaldo para descansar, se separaron en Granja de Moreruela, Lucas quería llegar a Santiago por el Sanabrés y el húngaro llegar por el Francés, por esto continuaba hasta Astorga. Esto lo supe, naturalmente, por Lucas después de un buen tiempo en casa.
Salí el primero del albergue, más tarde me adelantaría el canadiense.
Era una mañana de pequeñas nubes algodonadas y agradable temperatura, como todas las mañanas.
Y también como en casi todas las etapas levanto una cancela para discurrir por dehesas o prados de pasto de ganados. Son vacunos los que veo en la dehesa de la izda. al otro lado de la alambrada que separan ámbos terrenos, el mío por el que discurro está libre de ellos.
El alba comienza a ponerse espectácular, el cielo uniforme y gris comienza a transformarse en un panorama con variedad de tonos grises y rojizos.
El sol que aún no ha despuntado por el horizonte refleja su luz en los "algodones" del cielo. La dureza de los tonos irá suavizándose a medida que el sol aparezca.
Parece un óleo. Estos cuadros tan bellos solo los disfrutan quienes madrugan más que el sol, y aunque puedes apreciarlos a través de um cristal, desde balcón de casa.. no los percibes igual que desde el campo, con los mugidos y balidos de los animales que pastan al lado.
Se van estabilizando los colores del cielo, vuelven a la uniformidad gris. Ellas pastan, encuentran satisfecha su necesidad de vida, desayunan los brotes verdes que han surgido con las generosas lluvias.
En algún punto del ámplio panorama que brota de la tierra, hay puntos de agua, moléculas que al ser atravesadas por la luz solar crean el arco multicolor conocido como Arco Iris.
Este cuadro de los rayos solares incidiendo primero sobre las copas de los árboles ya le he visto más veces, pero no junto un rebaño de ovejas camuflado entre las altas hierbas. Escucho el balido de un pequeño cordero pero no alcanzo a verle, sin duda es la llamada a su madre para encontrarla o para mamarla.
Me detengo para ver como el pintor cambia los colores del cuadro.
Y después de volver azul el cielo, moteado con nubes blancas y la luz solar tocando todas las ramas de las encinas me pongo en camino siguiendo la flecha amarilla.
Trazado de la etapa, me desvio en San Gil por la voluntad de andar menos kmts pero me pierdo conocer Galisteo que entonces no lo sabía y ahora sí es una ciudad amurallada que no hay que dejar de ver. Un ERROR muy grande. Además.. ese camino punteado es carretera. En el trazado que en el mapa llama "variante por calzada romana" me introduje, hasta acceder al camino principal, un poco más allá de Aldehuela del Jerte.
Por trazado comunal discurre la Vía durante.. pocos kmts. Un camino y alrededores cubierto de altas retamas y de jaras. Es domingo.. y día de caza, no veo las escopetas pero sí oigo tiros.
Y.. la Vía me introduce en un coto privado de caza.
El camino está despejado de hierbas, transcurre entre encinas, y entre ellas transitan los cazadores. Me da mucho respeto porque podría salir una pieza cerca y un cazador disparar. Por precaución meto ruido cantando y silbando para que puedan oirme.
Después de unos 3 kmt caminados por la finca del coto de caza, lo abandono. Me quedo más tranquilo.
Continúo fuera del coto, pero por otra dehesa también particular bien señalada por las pisadas de los peregrinos. Al orto lado, tras la valla de piedra, las ovejas comen, tienen tanto espacio que hay ámplias distancias entre ellas, inhabitual verlas así por los campos castellanos.
Vuelvo al campo "abierto", al improductivo, pedregoso, sin hierva, solo la jara y retama. Qué tendrá que ningún animal las quiere.
Veo agua allí en el bajo del ondulado terreno.
La flecha me lleva hasta allí, hasta el embalse de Arroyo Boquerón. Estos extremeños tienen la buena constumbre de embalsar las aguas de los rios sean grandes o pequeños como éste, ellos son los que tienen los pantanos o embalses de mayor capacidad de España y de Europa, como La Serena y Alcántara, el cual conozco por pasar junto a él y dormir en sus orillas.
Cruzo por el cauce debajo de la presa y accedo a carretera local entre Riolobos y Plasencia, de la que salgo después de caminar unos 400 m
Continúo por ámplia vía de servicio entre fincas o dehesas. La práctica de la caza continúa poniéndose en evidencia, el monte clarea y se aprecian las grandes piezas desde la distancia. Veo una piara de jabalies que corren detrás del macho alfa, despavoridos por el sonido de los disparos. No son para ellos, un cazador me comentó que es caza menor para lo que tienen licencia ahora.
En la lejanía observo edificaciones, sin duda será Galisteo.
Veo también extensiones de color verde.
Sorpresa grande ver campos de un tupido verde. De pronto llega el cambio, como si hubieramos cruzado una frontera. Cero de agricultura hasta ahora en muchos kilómetros, alguna finca aislada, pastizales, ganado, encinas... y de pronto... campos agrícolas con sembrados variados, es como una vega de mi tierra castellana, donde cambia hasta la vegetación.
Las vacas pastan alejadas entre ellas sobre un pasto verde, cada una dispone hierba suficiente para el alimento diario. No muy lejos de allí, en Casar de Cáceres, sus hermanas continuarán deambulando sobre grandes superficies secas. La importancia, la riqueza del agua para la vida y la economía, en este caso agricultura y ganadería. El agua que da vida a este valle viene del pantano de Gabriel y Galán donde desalojaron al pueblo Granadilla, sus habitantes y otros pueblos afectados los alojaron en un pueblo nuevo muy próximo a Galisteo, se llama Alagón del Rio. Curiosamente o afortunadamente, Granadilla no fue inundado y hoy se puede disfrutar de él, aunque esté deshabitado poblaionalmente, se llena de gente visitante porque lo merece.
Cuelgo este video que hice en abril de 2017 para que conozcáis el pueblo.
Desafortunadamente, equivocadamente, incalificablemente.. no pasé por Galisteo, por los pecados de la ignorancia me lo perdí. Pensé en ahorro de kmts y me desvié a San Gil.
Desde esta foto que he tomado de una web y que fue hecha desde Galisteo mirando a San Gil se aprecia la riqueza de este pequeño valle.
Aquel pueblo blanco es San Gil, por allí pasé, Qué mala decisión!, por todo, por no conocer Galisteo y porque el trayecto hasta fin de etapa fue por carretera, poca circulación. En fin.. errores que algún día habrá que corregir.
Imagen de San Gil al paso por él y por la carretera que ya no abandono.
Durante 1 hora camino por esta carretera, sin arcén y afortunadamente sin tráfico, la vía que parte de Galisteo va paralela a la mía, después de cruzar el Río Jerte. Veo en el gps de Google que a unos 5 kmts de San Gil encontraría por esta carretera a Pradochano y desde allí por una vía perpendicular a la izda., de 1 kmt encontraría aquella vía. Decido tomar esta vía.
Esta es la vía por la que transito para conectar con la que viene de Galisteo hasta final de etapa de hoy, Carcaboso. Enormes tuberías de hormigón que sin duda forman parte del Plan de regadío de este Valle de Alagón, que toman agua del Río en el embalse de Valdeobispo, poco más abajo del de Gabriel y Galán.
En el encuentro con la vía que accede a final de etapa, veo cartelería con información del Plan Modernización Redes de Riego.
Tengo unos 5 kmts. por delante hasta Carcaboso, por esta carretera.
El chopo, tan familiar en mi tierra y tan escaso por aquí. Esta imagen me resulta muy familiar, las hojas secas caídas forman una alfombra amarilla.
A las 15,10 h. llego a Carcaboso. Había salido de Grimaldo a las 8 de la mañana.
Albergue Turístico Juvenil de Majalavara, un buen albergue que compartí con otros dos peregrinos con los que nunca había coincidido, uno de ellos venía en bici.
Se van estabilizando los colores del cielo, vuelven a la uniformidad gris. Ellas pastan, encuentran satisfecha su necesidad de vida, desayunan los brotes verdes que han surgido con las generosas lluvias.
En algún punto del ámplio panorama que brota de la tierra, hay puntos de agua, moléculas que al ser atravesadas por la luz solar crean el arco multicolor conocido como Arco Iris.
Este cuadro de los rayos solares incidiendo primero sobre las copas de los árboles ya le he visto más veces, pero no junto un rebaño de ovejas camuflado entre las altas hierbas. Escucho el balido de un pequeño cordero pero no alcanzo a verle, sin duda es la llamada a su madre para encontrarla o para mamarla.
Me detengo para ver como el pintor cambia los colores del cuadro.
Y después de volver azul el cielo, moteado con nubes blancas y la luz solar tocando todas las ramas de las encinas me pongo en camino siguiendo la flecha amarilla.
Trazado de la etapa, me desvio en San Gil por la voluntad de andar menos kmts pero me pierdo conocer Galisteo que entonces no lo sabía y ahora sí es una ciudad amurallada que no hay que dejar de ver. Un ERROR muy grande. Además.. ese camino punteado es carretera. En el trazado que en el mapa llama "variante por calzada romana" me introduje, hasta acceder al camino principal, un poco más allá de Aldehuela del Jerte.
Por trazado comunal discurre la Vía durante.. pocos kmts. Un camino y alrededores cubierto de altas retamas y de jaras. Es domingo.. y día de caza, no veo las escopetas pero sí oigo tiros.
Y.. la Vía me introduce en un coto privado de caza.
El camino está despejado de hierbas, transcurre entre encinas, y entre ellas transitan los cazadores. Me da mucho respeto porque podría salir una pieza cerca y un cazador disparar. Por precaución meto ruido cantando y silbando para que puedan oirme.
Después de unos 3 kmt caminados por la finca del coto de caza, lo abandono. Me quedo más tranquilo.
Continúo fuera del coto, pero por otra dehesa también particular bien señalada por las pisadas de los peregrinos. Al orto lado, tras la valla de piedra, las ovejas comen, tienen tanto espacio que hay ámplias distancias entre ellas, inhabitual verlas así por los campos castellanos.
Vuelvo al campo "abierto", al improductivo, pedregoso, sin hierva, solo la jara y retama. Qué tendrá que ningún animal las quiere.
Veo agua allí en el bajo del ondulado terreno.
La flecha me lleva hasta allí, hasta el embalse de Arroyo Boquerón. Estos extremeños tienen la buena constumbre de embalsar las aguas de los rios sean grandes o pequeños como éste, ellos son los que tienen los pantanos o embalses de mayor capacidad de España y de Europa, como La Serena y Alcántara, el cual conozco por pasar junto a él y dormir en sus orillas.
Cruzo por el cauce debajo de la presa y accedo a carretera local entre Riolobos y Plasencia, de la que salgo después de caminar unos 400 m
Continúo por ámplia vía de servicio entre fincas o dehesas. La práctica de la caza continúa poniéndose en evidencia, el monte clarea y se aprecian las grandes piezas desde la distancia. Veo una piara de jabalies que corren detrás del macho alfa, despavoridos por el sonido de los disparos. No son para ellos, un cazador me comentó que es caza menor para lo que tienen licencia ahora.
En la lejanía observo edificaciones, sin duda será Galisteo.
Veo también extensiones de color verde.
Sorpresa grande ver campos de un tupido verde. De pronto llega el cambio, como si hubieramos cruzado una frontera. Cero de agricultura hasta ahora en muchos kilómetros, alguna finca aislada, pastizales, ganado, encinas... y de pronto... campos agrícolas con sembrados variados, es como una vega de mi tierra castellana, donde cambia hasta la vegetación.
También la ganadería, esta raza vacuna blanca, no existía en terrenos de atrás, debe ser una raza tipo holandesa que solo puede subsistir en prados de hierba fresca, no en los secarrales por los que pasé allá por Casar de Cáceres.
Estoy en un pequeño valle, entre altos de encinas, regado por el agua recogida en el pantano de Gabriel y Galán, agua del Río Alagón que nace en Frades de la Sierra (Salamanca). Este río pasa muy cerca de aquí donde me encuentro a poco más de 1 kmt.
En la foto de Google Maps he señalado el punto donde me encuentro. Se observa bien el trazado del río Alagón que cuando está a mi través de la izda. ya ha recibido las aguas del Jerte, es un rio muy importante en la agricultura de Cáceres.
En la foto
de Google Maps he señalado el punto donde me encuentro. Se observa bien
el trazado del Alagón que cuando está a mi través de la izda. ya ha
recibido las aguas del Jerte, es un rio muy importante en la agricultura
de Cáceres. Desemboca sus aguas en el embalse de Alcántara, cerca ya de la presa.
Estoy cruzando el Arroyo de las Monjas que 1 kmt después desemboca en el Alagón. La vegetación, el arbolado es una novedad agradable y fresca en la Vía de la Plata.
Las vacas pastan alejadas entre ellas sobre un pasto verde, cada una dispone hierba suficiente para el alimento diario. No muy lejos de allí, en Casar de Cáceres, sus hermanas continuarán deambulando sobre grandes superficies secas. La importancia, la riqueza del agua para la vida y la economía, en este caso agricultura y ganadería. El agua que da vida a este valle viene del pantano de Gabriel y Galán donde desalojaron al pueblo Granadilla, sus habitantes y otros pueblos afectados los alojaron en un pueblo nuevo muy próximo a Galisteo, se llama Alagón del Rio. Curiosamente o afortunadamente, Granadilla no fue inundado y hoy se puede disfrutar de él, aunque esté deshabitado poblaionalmente, se llena de gente visitante porque lo merece.
Cuelgo este video que hice en abril de 2017 para que conozcáis el pueblo.
Desde esta foto que he tomado de una web y que fue hecha desde Galisteo mirando a San Gil se aprecia la riqueza de este pequeño valle.
Aquel pueblo blanco es San Gil, por allí pasé, Qué mala decisión!, por todo, por no conocer Galisteo y porque el trayecto hasta fin de etapa fue por carretera, poca circulación. En fin.. errores que algún día habrá que corregir.
Imagen de San Gil al paso por él y por la carretera que ya no abandono.
Durante 1 hora camino por esta carretera, sin arcén y afortunadamente sin tráfico, la vía que parte de Galisteo va paralela a la mía, después de cruzar el Río Jerte. Veo en el gps de Google que a unos 5 kmts de San Gil encontraría por esta carretera a Pradochano y desde allí por una vía perpendicular a la izda., de 1 kmt encontraría aquella vía. Decido tomar esta vía.
Esta es la vía por la que transito para conectar con la que viene de Galisteo hasta final de etapa de hoy, Carcaboso. Enormes tuberías de hormigón que sin duda forman parte del Plan de regadío de este Valle de Alagón, que toman agua del Río en el embalse de Valdeobispo, poco más abajo del de Gabriel y Galán.
En el encuentro con la vía que accede a final de etapa, veo cartelería con información del Plan Modernización Redes de Riego.
Tengo unos 5 kmts. por delante hasta Carcaboso, por esta carretera.
El chopo, tan familiar en mi tierra y tan escaso por aquí. Esta imagen me resulta muy familiar, las hojas secas caídas forman una alfombra amarilla.
A las 15,10 h. llego a Carcaboso. Había salido de Grimaldo a las 8 de la mañana.
Albergue Turístico Juvenil de Majalavara, un buen albergue que compartí con otros dos peregrinos con los que nunca había coincidido, uno de ellos venía en bici.
Comentarios
Publicar un comentario